La noche del viernes 13 de marzo, Durazno despidió su Carnaval con un estallido de ritmo y color. Tras la postergación por inclemencias del tiempo, el esperado Entierro de Carnaval finalmente cobró vida sobre la calle Artigas, desde Eusebio Píriz hasta Lavalleja, transformando el asfalto en un río vibrante de tambores, lentejuelas y alegría.
El pulso del candombe se hizo sentir con la energía arrolladora de Kimbundú, Afrocan, Lonjas del Varona y Mandela, cuyas lonjas resonaron en un llamado ancestral. Y, como si la noche aún guardara un as bajo la manga, irrumpieron las scolas de samba Villa María y Mocidade Unida de Montevideo, esta última, flamante campeona nacional 2025, que llenó el recorrido de destreza y esplendor.Demás está decir que abrió el desfile el carro alegórico, escoltado por los infaltables cabezudos, guardianes de la tradición y la fantasía. Luego, las murgas Los Parditos, con su aporte juvenil, Taller de Murga La Vermouth, desplegando oficio y picardía, y La Desafinada, con su sello inconfundible.
