Negro: “Vengo a trabajar por un Uruguay más seguro”

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Más personal, más patrullaje y una Policía más cercana a la gente serán claves de la gestión de las nuevas autoridades del Ministerio del Interior. “No vengo a repetir fórmulas vacías que suenan bien y cosechan aplausos fáciles. Vengo a trabajar por un Uruguay más seguro”, indicó el flamante ministro Carlos Negro, quien fue impuesto en el mando por el presidente de la República, profesor Yamandú Orsi.

El acto de asunción de las autoridades del Ministerio del Interior se efectuó este miércoles 5 en las instalaciones de la Dirección Nacional de Educación Policial. Además de Carlos Negro, como titular de la cartera, asumieron sus cargos la subsecretaria, Gabriela Valverde, el director nacional de la Policía, los directores departamentales y los responsables de otras dependencias de esa secretaría de Estado. 

Estuvieron presentes, además del presidente Orsi, la vicepresidenta, Carolina Cosse; el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez; el prosecretario, Jorge Díaz; el director de la Policía Nacional, José Azambuya, y el intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, varios ministros, subsecretarios y legisladores.

En su oratoria, Negro recordó que viene de otro lugar, ya que trabajó en la Fiscalía por 32 años, y dejó ese ámbito porque confía en que se puede innovar. Aseguró que el ministerio cuenta con un “gran equipo” para concretar un cambio de paradigma en políticas de seguridad pública. “Reconozco el capital humano de nuestra Policía y eso es así, porque siempre trabajé a su lado. Yo no estoy solo y ustedes tampoco lo están”, afirmó. 

Agregó que no viene a repetir fórmulas vacías que suenen bien y reciban los aplausos con facilidad. “Vengo a trabajar por un Uruguay más seguro, con un Plan Nacional de Seguridad elaborado con políticas basadas en evidencia, datos, análisis, tecnología, represión inteligente y estrategias focalizadas”, explicó. 

El ministro consideró que, con un mando político claro, la Policía Nacional y sus funcionarios aplicarán las estrategias definidas para cada lugar del país. “Tenemos una situación crítica en seguridad, sin embargo, seguir discutiendo este diagnóstico no ocupará más nuestro tiempo. Es hora de trabajar en corregir los problemas que sí acapararán todos los esfuerzos”, insistió. 

Habló de ejes prioritarios sobre los que hay que actuar: los altos niveles de violencia que elevaron la cantidad de homicidios; la gran cantidad de armas que facilita que se cometa este tipo de crímenes y un sistema penitenciario que muestra que las cárceles son una parte importante del problema. “Actuaremos sobre estos temas respetando y protegiendo los derechos humanos de todos”, sostuvo Negro. 

Acciones concretas

Informó que se incorporará personal, habrá más patrullaje y una Policía más cercana a la gente, con el restablecimiento del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) y la Policía Comunitaria, sumadas a los programas Más Barrio y Pelota al Medio. “Una Policía que llegue junto a otras agencias del Estado a todo el territorio para quedarse. También haremos efectivo el despliegue nacional de la Guardia Republicana”, reafirmó. 

Asimismo, explicó que el Plan Nacional de Seguridad Pública será objeto de un espacio de seguimiento técnico, mediante el que expertos y partidos políticos podrán dialogar sobre políticas públicas de corto, mediano y largo plazo. En este sentido, recordó que la seguridad no es un problema exclusivo del Ministerio del Interior, por lo que consideró necesaria la participación de todos los niveles de gobierno. 

Dijo que se implementarán medidas urgentes para prevenir los homicidios; habrá más inversión en tecnología y capacitación para una mejor investigación y persecución criminal. “Que matar en Uruguay no sea gratis”, planteó. “Será prioridad la represión inteligente del crimen organizado y el narcotráfico; más inteligencia y análisis con organismos del Estado, coordinados para complicarles la vida a quienes operan fuera de la Ley. El que las haga, las pagará”, añadió. 

Por otra parte, aseguró que se estimulará a la población a que denuncie los delitos de los que sean víctimas, lo que implicará incorporar becarios, estudiantes universitarios que ofrecerán una atención diferencial al público, lo que permitirá que más policías estén en la calle para cumplir vigilancia y tareas ejecutivas. Además, anunció que se potenciará el Observatorio de Criminalidad del Ministerio del Interior, con énfasis en la transparencia, con datos de acceso abierto al Gobierno, a la Policía, a la Justicia, al estudio académico, al Parlamento y a la ciudadanía. 

La antigua Dirección de Convivencia cambiará y se transformará en dos nuevas direcciones, a fin de potenciar la prevención del delito y fortalecer a la Policía Comunitaria para solucionar los problemas. También se coordinará la seguridad en las fronteras; aumentarán los dispositivos de protección a víctimas de violencia doméstica y basada en género; se fomentará la convivencia en el deporte y en los centros educativos, además de la seguridad en el ámbito rural. 

Habló de la importancia de la salud mental de los funcionarios, el acceso a la vivienda y sus condiciones de vida en general. “Un respaldo de hechos, no de palabras”, sostuvo. En este contexto, dijo que la educación policial requiere una visión amplia, con ponderación de las investigaciones de hechos criminales y la solución de problemas, con perspectiva de género y protección de los derechos humanos. “Una formación de cara a la ciudadanía y no ajena a ella”, agregó. Finalmente, confirmó que junto a la subsecretaria, visitará próximamente las distintas jefaturas departamentales.     IR A PORTADA 

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